Compraventa de coche
La compraventa de un coche de segunda mano entre particulares se rige según el Código Civil. Mediante el contrato de compraventa, tanto el vendedor como el comprador deben cumplir una serie de obligaciones. Por un lado, el vendedor se obliga a la entrega del vehículo sin cargas, gravámenes y o defectos ocultos y por otro lado, el comprador se obliga a satisfacer el precio pactado. Ambas partes deberán regularizar el cambio de titularidad y pagar los impuestos asociados a este negocio jurídico.
Una de las cuestiones más controvertidas es qué sucederá en caso de que se descubran averías tras la venta. Según la normativa, el comprador tendrá 6 meses para reclamar por los vicios ocultos, es decir, por aquellas averías o defectos graves del vehículo que no conociera con anterioridad a la venta.
Por su parte, el vendedor deberá hacerse cargo de las reparaciones si éstas impiden el uso del vehículo o si lo disminuyen hasta el punto de que de haberlos conocido el comprador no lo habría adquirido o lo habría hecho por un menor precio. Sin embargo, no será responsable de los defectos manifiestos, los que estuvieran a la vista o aquellos motivados por el uso incorrecto del comprador.